Esta reseña pertenece al concierto del 28 de abril de 2005
En este México lindo y querido, donde nuestra pinche cultura musical más representativa son Timbiriche y Juan Gabriel, el rock presume de subterráneo cuando viene Iron Maiden o más aun The Cure. Es cierto que si Fantomas no se compusiera de nombres tan representativos como el de Dave Lombardo y Mike Patton y en menor medida Buzz Osbourne (sí, a este lo descubrió Kurt Cobain por raro que suene y ) y Trevor Dunn, posiblemente no habrían tenido el mismo foro que tuvieron este jueves. Como sea, el espectáculo se remitió a experimentacion crudísima con sintetizadores, secuencias minimalistas, loops y demás artilugios usados con cerebro por el señor Patton y sus modalidades vocales que rayan en el grito desaforado, utilizando una pequeña radio de banda civil, su mac y un par de microfonos aparte de los sintetizadores. Lombardo aportó esa fuerza brutal del metal , la rítmica violenta que se hermanó de los guitarrazos densos de las gibson alteradas de Buzz, llegando a sonar sincopadas, muy bien acopladas a todas las secuencias que se revientan con Patton. Trevor Dunn con su aire de mocoso distraído cumplió, respaldando a Patton cuando Lombardo y Osbourne callaban, tronaban los acordes, los gritos y esos sonidos como respiracion, como tosidos que daban un aire macabro al entorno. Dificil seguirles la rítmica, dificil creer que tantos sonidos juntos disonantes sonaran tan interesantes. Increible, es la única palabra que me resulta al escuchar en mi cabeza todos esos sonidos. Hasta un set con el Cielito Lindo se aventaron estos individuos y qué bien les quedó. El Conjunto Fantomas como Patton los anunció cumplió, durante hora y media se puso denso el lugar, se puso atractivo para quienes gustamos de los sonidos no convencionales y tal vez aburrido para puristas de uno u otro subgénero. Ahora a esperar que ese camino que dejó Zorn el año pasado en Bellas Artes dejando un lleno y que ahora ha conseguido Fantomas (Decibel, Kevin Drumm y Monya Pletsch son los que complementaron el programa) hagan que Radar se ponga las pilas y traiga a muchos otros que nos gustaría escuchar en el futuro.
En este México lindo y querido, donde nuestra pinche cultura musical más representativa son Timbiriche y Juan Gabriel, el rock presume de subterráneo cuando viene Iron Maiden o más aun The Cure. Es cierto que si Fantomas no se compusiera de nombres tan representativos como el de Dave Lombardo y Mike Patton y en menor medida Buzz Osbourne (sí, a este lo descubrió Kurt Cobain por raro que suene y ) y Trevor Dunn, posiblemente no habrían tenido el mismo foro que tuvieron este jueves. Como sea, el espectáculo se remitió a experimentacion crudísima con sintetizadores, secuencias minimalistas, loops y demás artilugios usados con cerebro por el señor Patton y sus modalidades vocales que rayan en el grito desaforado, utilizando una pequeña radio de banda civil, su mac y un par de microfonos aparte de los sintetizadores. Lombardo aportó esa fuerza brutal del metal , la rítmica violenta que se hermanó de los guitarrazos densos de las gibson alteradas de Buzz, llegando a sonar sincopadas, muy bien acopladas a todas las secuencias que se revientan con Patton. Trevor Dunn con su aire de mocoso distraído cumplió, respaldando a Patton cuando Lombardo y Osbourne callaban, tronaban los acordes, los gritos y esos sonidos como respiracion, como tosidos que daban un aire macabro al entorno. Dificil seguirles la rítmica, dificil creer que tantos sonidos juntos disonantes sonaran tan interesantes. Increible, es la única palabra que me resulta al escuchar en mi cabeza todos esos sonidos. Hasta un set con el Cielito Lindo se aventaron estos individuos y qué bien les quedó. El Conjunto Fantomas como Patton los anunció cumplió, durante hora y media se puso denso el lugar, se puso atractivo para quienes gustamos de los sonidos no convencionales y tal vez aburrido para puristas de uno u otro subgénero. Ahora a esperar que ese camino que dejó Zorn el año pasado en Bellas Artes dejando un lleno y que ahora ha conseguido Fantomas (Decibel, Kevin Drumm y Monya Pletsch son los que complementaron el programa) hagan que Radar se ponga las pilas y traiga a muchos otros que nos gustaría escuchar en el futuro.
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