Imagínalo, ahorita llega, busca algo rancio de tragar en el refri, va a su cuarto arrastrando las patas, jorobado, ve hacia la selva que tiene allá atrás, lánguidamente y se mete en su cuarto busca alguna bolsa de papitas tirada, que contenga algunas sobras, se bota en la cama y ajá, mira el techo; enciende la tele y se extiende mira a su alrededor y un pensamiento comienza a brotar, se siente raro pues sí, pero un anuncio de las Colegialas del Placer lo jala y el pensamiento se hace PLOP de inmediato a la par que se quita la gorra apenas. Así, hasta las 3 am que ya se tejió un par de chairas y reflexiona en el dicho de que no hay insomnio que aguante 4 chaquetas y se empeña por la cuarta, pero no puede, no lo concreta por el simple hecho de haberselo propuesto y el pensamiento se forja por segunda ocasión pero la frustración por la incompleta chaqueta lo jala de nuevo y hunde la jeta en la almohada y se dice: mañana toco, mañana huyo, es viernes, mañana es el día en que imito a los otros días, escapando, haciéndome el loco, volteando al otro lado, tal vez mañana me haga la cuarta chaqueta, tal vez mañana...
y se apagan las luces. De hecho se funde el foco.
Crónica y gemidos sexuales: El Polux
Idea de medianoche y ocio: El JJ
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